El cuadro Las Dos Fridas de Frida Kahlo (1907-1954) es un autorretrato doble pintado en óleo y terminado en 1939, año en que la artista se divorcia del muralista mexicano Diego Rivera. Mide 173 centímetros de largo por 173 de ancho y se encuentra actualmente en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México, en México.
En Las dos Fridas podemos encontrar dos imágenes de la artista. Ambas están sentadas en un banco y están tomadas de la mano., La Frida al lado derecho está vestida con un traje simple mexicano de estilo tehuano, y la Frida del lado izquierdo viste un traje blanco de estilo europeo.
Ambas tienen el corazón expuesto, con la diferencia de que la arteria del corazón de la Frida mexicana acaba en un pequeño retrato del artista Diego Rivera, y la arteria del corazón de la Frida europea acaba derramando sangre en la zona púbica, cortada intencionalmente con una tijera quirúrgica.,
Esta obra representa temas claves y transversales de la trayectoria de la artista como lo son la dualidad, los opuestos, la herencia mestiza y la represión de la mujer, mezclado con la simbología que otorga a los objetos y a su propia anatomía.
Análisis del cuadro Las dos Fridas
Se define a Frida Kahlo como un artista surrealista, ya que se considera que la realidad que representa se encuentra en el ámbito onírico.
La interpretación más directa del cuadro Las dos Fridas de Frida Kahlo es la representación de la situación sentimental que pasaba la artista., A pesar de ello, la ruptura amorosa que es patente en la obra, no debe ser considerada el motivo central sino el motor que impulsa a la artista a pintar con genialidad su mundo interior ligado al exterior.
Los siguientes temas se reflejan en el cuadro Las dos Fridas creando una interrelación entre todos los elementos del cuadro:
Autorretrato y surrealismo
Frida Kahlo empieza a pintar después de un accidente de autobús que sufre a los 18 años, y que la obligó a quedarse en cama por mucho tiempo., Los autorretratos eran la forma en que Frida conseguía expresar su mundo.
Este autorretrato va acompañado de representaciones anatómicas de sus órganos vitales. Esto, por un lado, se justifica por la gran cantidad de operaciones y problemas médicos que sufrió la mexicana a lo largo de su vida; pero también se relaciona con los sentimientos, el espíritu y lo intangible del ser. Ambas dimensiones se conectan con lo físico, el cuerpo y lo material.
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La dualidad y sus los opuestos
El tema de la dualidad, o sea, la presencia de dos naturalezas dentro de un ser, es recurrente en las obras de Frida Kahlo. La dualidad del ser y la oposición de las energías que se complementan es representada a través de las dos Fridas con sus corazones expuestos pero unidos por arterias, venas y sangre.
Vestuario y simbología
Frida Kahlo comienza a adoptar su herencia mestiza cuando se casa con Diego Rivera, ya que solo bajo el amparo de un marido es que una mujer podía acceder a ciertas libertades.,
El traje de tehuana representa tanto la herencia mexicana oaxaqueña de su madre, como un llamado a las raíces matriarcales que caracteriza a los pueblos situados en el istmo de Tehuantepec.
En el cuadro Las dos Fridas, la Frida de la derecha viste este traje mexicano pero también es ella quien sostiene en sus manos el retrato de Diego Rivera. La presencia de la oposición entre poder y sumisión muestra de forma lúcida el aspecto dicotómico sobre la represión de la mujer.,
La Frida del lado izquierdo del cuadro está vestida con un traje blanco estilo europeo que contrasta con la Frida mexicana. A pesar de esta diferencia, Frida muestra que están unidas tanto emocionalmente (a través del corazón), como racionalmente (a través del acto de las manos tomadas).
El traje europeo parece estar inspirado en el traje de novia de su madre, lo que sugiere una cierta inocencia inmaculada que es manchada con la sangre que derrama la arteria de su corazón ingenuo., El corte de la arteria es un acto premeditado, que podemos observar a través de la tijera en su mano derecha.
El lugar en que cae la sangre derramada equilibra visualmente con la Frida mexicana que sostiene el retrato de Diego joven en la misma altura pero también simboliza el dolor y sangramiento menstrual, cuyo carácter pasajero simboliza la resiliencia.
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