Los seres humanos en las sociedades modernas suelen consumir alimentos al menos tres veces al día, mientras que los animales de laboratorio se alimentan ad libitum. El consumo excesivo de alimentos con tales patrones de alimentación a menudo conduce a morbilidades metabólicas (resistencia a la insulina, acumulación excesiva de grasa visceral, etc.), particularmente cuando se asocia con un estilo de vida sedentario., Debido a que los animales, incluidos los humanos, evolucionaron en entornos donde los alimentos eran relativamente escasos, desarrollaron numerosas adaptaciones que les permitieron funcionar a un alto nivel, tanto físico como cognitivo, cuando estaban en un estado de privación de alimentos/ayuno. El ayuno intermitente (IF) abarca patrones de alimentación en los que los individuos pasan períodos de tiempo prolongados (por ejemplo, 16-48 h) con poca o ninguna ingesta de energía, con períodos intermedios de ingesta normal de alimentos, de forma recurrente., Usamos el término ayuno periódico (PF) para referirnos a si con períodos de ayuno o dietas que imitan el ayuno que duran de 2 a 21 o más días. En ratas y ratones DE LABORATORIO, La IF y el PF tienen profundos efectos beneficiosos en muchos índices diferentes de salud y, lo que es más importante, pueden contrarrestar los procesos de la enfermedad y mejorar el resultado funcional en modelos experimentales de una amplia gama de trastornos relacionados con la edad, incluyendo diabetes, enfermedades cardiovasculares, cánceres y trastornos neurológicos como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y el accidente cerebrovascular. Estudios de fi (p. ej.,, 60% de restricción energética en 2 días a la semana o cada dos días), PF (por ejemplo, una dieta de 5 días que proporciona 750-1100 kcal) y alimentación con restricción de tiempo (TRF; limitar el período diario de ingesta de alimentos a 8 h o menos) en sujetos humanos normales y con sobrepeso han demostrado eficacia para la pérdida de peso y mejoras en múltiples indicadores de salud, incluida la resistencia a la insulina y la reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular., Los mecanismos celulares y moleculares por los cuales el IF mejora la salud y contrarresta los procesos de enfermedad implican la activación de las vías de señalización de respuesta al estrés celular adaptativo que mejoran la salud mitocondrial, la reparación del ADN y la autofagia. El PF también promueve la regeneración basada en células madre, así como efectos metabólicos duraderos. Se requerirán ensayos clínicos controlados aleatorios de IF versus PF y restricción de energía continua isoenergética en sujetos humanos para establecer la eficacia de IF en la mejora de la salud general y la prevención y el manejo de las principales enfermedades del envejecimiento.