el tumor de Wilms, o nefroblastoma, es una neoplasia maligna del desarrollo del riñón que afecta aproximadamente a 1 de cada 10.000 niños entre 1 y 6 años de edad. Por lo general, la histología del nefroblastoma revela un proceso de desarrollo renal desorganizado que muestra blastema y epitelios intercalados aleatoriamente en cantidades variables de estroma., Esta alteración del desarrollo se relaciona con la pérdida de la función del gen supresor tumoral WT-1. Este gen, ubicado en el cromosoma 11 en la banda p13, codifica para una proteína del dedo de zinc que puede actuar como represor transcripcional. Los casos familiares del tumor de Wilms se ajustan al modelo «two hit» de Knudson, según el cual una mutación de la línea germinal de un alelo WT-1 predispone al tumor, mientras que una mutación somática adicional del otro alelo causa una transformación maligna., Originalmente propuesto para el retinoblastoma, este modelo define la naturaleza del gen supresor tumoral como un gen que es tumorígeno cuando se inactiva. Sin embargo, no todos los casos de tumor de Wilms se ajustan a este modelo porque la mayoría de los tumores de Wilms no muestran una mutación de WT-1. Para el tumor de Wilms, la pérdida de la supresión tumoral parece ser más compleja que para el retinoblastoma., Algunos de los mecanismos reconocidos hasta la fecha involucran mutaciones dominantes negativas en WT-1, interacción del producto del gen WT-1 con otros factores de transcripción mutados como p53, pérdida de impronta y mutaciones de otros genes supresores tumorales en 11p15 u otros loci. Aunque el tumor clásico de Wilms se relaciona con un buen pronóstico (supervivencia del 85%), su forma anaplásica a menudo es mortal., A pesar de la gran cantidad de conocimientos adquiridos en los últimos años, el tumor de Wilms sigue siendo el Centro de atención para la investigación adicional, ya que ofrece oportunidades para estudiar el desarrollo normal del riñón, para comprender la base molecular de las formas anaplásicas clínicamente importantes, así como para elucidar los mecanismos moleculares de los genes supresores de tumores. Para facilitar esta tarea, se han establecido heterotrasplantes tumorales de Wilms en ratones desnudos., Esto proporciona una fuente indefinida de tejido tumoral y un medio para probar sus propiedades de crecimiento en respuesta a tratamientos farmacológicos o manipulaciones genéticas moleculares. Además, el establecimiento de líneas celulares tumorales estables de Wilms es esencial para investigar más a fondo las bases moleculares de la tumorogénesis utilizando tecnología de ADN recombinante.