metabolismo del etanol: lo bueno, lo malo y lo feo

en todo el mundo, el etanol es un producto comercial importante y una fuente de problemas médicos y sociales importantes. El etanol pasa fácilmente a través de las membranas biológicas y se distribuye por todo el cuerpo. Se oxida, primero a acetaldehído y luego a acetato, y finalmente por el ciclo del ácido cítrico en prácticamente todos los tejidos. La oxidación del etanol es irreversible y no regulada, por lo que la tasa depende solo de la concentración local y la actividad enzimática., Esta entrada no regulada de equivalentes reductores aumenta la reducción tanto del NAD citoplasmático como intramitocondrial y, a través de este último, el estado de energía celular {/()}. En el cerebro, este aumento en el estado de energía estimula la actividad neuronal dopaminérgica señalización recompensa y una sensación de bienestar, mientras que la supresión de la actividad neuronal glutamatérgica señalización ansiedad y malestar. Estas respuestas positivas a la ingestión de etanol son importantes para el consumo social de alcohol. Es importante destacar que la disminución libre disminuye la actividad de la proteína quinasa dependiente de AMP (AMPK), un importante regulador del metabolismo energético celular., La oxidación de los sustratos utilizados para el metabolismo energético en ausencia de etanol se regula hacia abajo para acomodar la entrada de etanol. En el hígado, el metabolismo crónico del etanol resulta en hígado graso y disfunción metabólica general. En el cerebro, el transporte de otros metabolitos oxidables a través de la barrera hematoencefálica y las enzimas para su oxidación están reguladas hacia abajo. Para exposiciones de corta duración, los cambios regulatorios inducidos por etanol son rápidos y reversibles, recuperándose completamente cuando las concentraciones de etanol y acetato caen nuevamente., Los períodos más largos de exposición al etanol y la supresión crónica asociada de la actividad AMPK activan mecanismos reguladores, incluida la expresión génica, que operan en escalas de tiempo más largas, tanto en el inicio como en la reversión. Si el consumo crónico de alcohol termina abruptamente, el metabolismo ya no es capaz de responder lo suficientemente rápido como para compensar. La actividad neuronal glutamatérgica Se adapta a la desregulación crónica del metabolismo del glutamato y a la supresión de la actividad neuronal glutamatérgica aumentando los receptores de aminoácidos excitatorios y disminuyendo los inhibitorios., Se llega a un punto (dependencia del etanol) donde la retirada del etanol resulta en un significativo agotamiento de la energía metabólica en las neuronas y otras células cerebrales, así como la hiperexcitación del sistema glutamatérgico. El alcance y la especificidad regional del agotamiento de energía en el cerebro, combinado con la hiperactividad del sistema neuronal glutamatérgico, determina en gran medida la gravedad de los síntomas de abstinencia.

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