se estudiaron los efectos subjetivos y conductuales del metocarbamol administrado por vía oral, lorazepam y placebo en un grupo no residente de voluntarios varones adultos con antecedentes de abuso de sustancias recreativas incluyendo sedantes/hipnóticos. En la primera fase de la investigación, se realizó un aumento de dosis de metocarbamol (hasta 12 g) en seis sujetos para determinar las dosis adecuadas. En la segunda fase, se realizó un estudio cruzado aleatorizado en bloque con 14 sujetos., Se probaron las siguientes condiciones farmacológicas en la fase cruzada: placebo, lorazepam 1, 2 y 4 mg, y metocarbamol 2.25, 4.5 y 9 g. Las condiciones farmacológicas se probaron bajo condiciones doble ciego. Las medidas de desempeño psicomotor y cognitivo y las respuestas conductuales calificadas por el sujeto y el observador se midieron diariamente antes de la dosis y durante 5,5 horas después de la administración del medicamento., Los resultados mostraron que tanto el lorazepam como el metocarbamol produjeron aumentos estadísticamente significativos relacionados con la dosis en las calificaciones de los sujetos de efecto del fármaco y gusto, aunque solo el lorazepam aumentó las puntuaciones de la escala del grupo morfina-benzedrina (MGB). El metocarbamol también aumentó las calificaciones en las medidas que indican la aparición de disfóricos y otros efectos secundarios a dosis altas. Ambas drogas alteraron el desempeño psicomotor y cognitivo, con lorazepam generalmente produciendo mayores efectos que el metocarbamol., Los resultados indican que el metocarbamol, en dosis muy superiores a las utilizadas terapéuticamente, tiene cierto potencial para ser abusado por personas con antecedentes de abuso sedante/hipnótico; sin embargo, este potencial de abuso es probablemente disminuido por los efectos secundarios que lo acompañan en dosis altas y es probablemente menor que el de lorazepam.