síndrome de Cushing equino, una condición relativamente común y compleja, es difícil de tratar con la medicina convencional. El síndrome de Cushing involucra una hiperplasia o adenoma de la glándula pituitaria anterior. Las alteraciones bioquímicas incluyen aumento del cortisol endógeno, resistencia a la insulina, aumento de la hormona adrenocorticotrófica y disminución de los niveles de hormona tiroidea., Los síntomas incluyen hirsutismo sin pérdida del abrigo de invierno en verano, laminitis refractaria, problemas de peso (exceso o bajo peso), poliuria/polidipsia (Pu/Pd), infecciones frecuentes, disminución de la inmunidad a los parásitos intestinales, disminución de la integridad de la pared intestinal e infertilidad. La Laminitis (una inflamación de las láminas del pie) es una complicación común y a menudo fatal del síndrome de Cushing que tiende a ser refractaria al tratamiento convencional., Una de las terapias más comunes es la fenilbutazona, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) conocido por causar cambios significativos en la permeabilidad de la pared intestinal. Investigaciones recientes han demostrado que una exotoxina bacteriana intestinal es uno de los factores desencadenantes de la laminitis. Al eliminar la fenilbutazona y curar la pared intestinal, la laminitis se vuelve más sensible al tratamiento. El buen cuidado de las pezuñas combinado con el manejo nutricional y la aplicación de otras modalidades, incluida la acupuntura y las hierbas chinas y occidentales, puede completar el proceso de curación., El tratamiento exitoso del síndrome de Cushing equino es uno de los mejores ejemplos de tratamiento de una enfermedad utilizando el enfoque holístico. Si bien cada caso requiere diferentes combinaciones de modalidades, el resultado suele ser positivo con tratamientos seleccionados individualmente.